lunes, 30 de marzo de 2009

Tercera publicación



"El amor es solo un truco de la naturaleza para que nos reproduzcamos" por Calisto.



Amor. Últimamente pienso mucho en ello. La gente suele tratarlo con una ligereza espantosa, eso, o yo que me como la cabeza más de lo normal. Odio a la gente que dice te amo a los dos días de salir. ¿Qué saben ellos de amar? ¿Como pueden usar esa palabra tan suprema con tan poco tiempo? Simplemente son personas odiosas. Creo que solo estan carentes de afecto, que al encontrar a alguien que corresponde sus sentimientos, se aferran de tal manera como si usaran superglue. Intento no mezclar esto con mis propias experiencias, pero va a ser difícil.

Para mi, hay tres tipos de categorías: gustar, querer y amar. Nos pueden gustar muchas cosas, como el profesor de gimnasia, la hermana de tu amigo, la vieja del inserso, algún chico de primaria, la foto de arriba... Para gustos, colores. Hay tantas cosas, que no pasa nada si perdemos alguna, igualmente otras las reemplazarán. Pero, ¿qué pasa cuando va más allá? Pues no lo sé. No sé si alguna vez he querido a una persona de la forma que me hubiera gustado, y si lo he hecho, ya no me acuerdo. Porque he intentado huir siempre que se me ha presentado un camino hacia el querer. No estoy preparada para asumir un cargo tan pesado en la vida.

Porque para mi tener pareja es responsabilidad, y responsabilidad es centrarse. Como habréis podido leer en post anteriores, yo muy centrada no estoy, más bien descolocada. No digo que despertarte con alguien a tu lado y desayunar en su compañía sea desagradable. Creo que incluso, alguna parte de dentro de mi, clama para que eso pase. Pero puedo seguir esperando, porque me niego a que pase.
Otro punto a tratar es la fidelidad. Me considero una persona leal y fiel siempre y cuando esas cosas que aporto me den un algo. Si estuviera sexualmente satisfecha, no creo que hubiera problemas, aunque me suelo preocupar. Y si se me presentara una oportunidad nueva, ¿Qué haría? Mis instintos e impulsos me controlan. ¿Sería yo más fuerte que ellos, o por el contrario, sucumbiría? No lo sé.

Sería cuestión de probar, pero para eso tendría que enamorarme. Y sabiendo como soy, podría llegar a aborrecer a esa persona, al igual que lo que me pasa con las cosas, que al conseguirlas, al cabo de poco las desecho. Estabilidad no va conmigo, por lo menos por ahora. ¿Qué pasará cuando sienta esas famosas mariposas en el estómago al ver a alguien que me guste? ¿En que me fijaré? ¿De que sexo será? No discrimino a nadie, así que me guio solo por instintos. Como no sé que sucederá, tengo miedo a saber que es lo que escojo. Al menos espero que la elección que escoja, me satisfaga y me haga feliz.


En mis próximas actualizacines escribiré sobre las orientaciones sexuales, y mis predilectas, las parafilias: sadomasoquismo, zoofilia, fetichismo, exhibicionismo... ¡No puedo esperar! Aunque no lo parezca, me va más el jugueteo que el sexo duro en si. Ya os enteraréis en el siguiente post.

sábado, 28 de marzo de 2009

Segunda confesión


"Hubo una vez que me propuse que durante todo lo que durara Pascua, nada de sexo ni nada relacionado con ello. Que decir, aquella misma noche ya lo olvidé"


Mi vida se basa en instintos e impulsos. Intento mantener bajo control tanto mi mente como mi cuerpo, pero es imposible.

Desde pequeña, siempre he tenido todo lo que he querdio (menos el castillo de Playmobil, que nunca me lo trajeron los Reyes), y si no lo conseguía, pues me molestaba bastante. También, mis tios solían reirse de mi cuando perdía a cualquier juego. Supongo que estas cosas me marcaron de un modo u otro. Y fue en esos momentos cuando mi carácter se forjó. Ahora, desde mi punto de vista, perder es estar en una categoría inferior, y no me importa jugar sucio con tal de conseguir mis objetivos. Porque no soy yo cuando compito, pierdo completamente la cabeza y no lo puedo evitar.

¿Y que tiene que ver esto con que sea una pervertida y una obsesa sexual?

Pues mucho. Inevitablemente mi líbido y mis ganas están presentes 24 horas al día. Muchas veces tengo que hacer un sobreesfuerzo para controlarme, y otras, ni eso. Acostumbrada a tener todo lo que pido, cuando estoy caliente, quiero enfriarme en ese momento y en ese lugar. Y cualquier mínima acción o pensamiento lo provoca. No quiero decir que al hacer eso, ala, ya esté húmeda. NO. Solo que estoy dispuesta. Aunque todos estos pensamientos rondando por mi cabeza siempre, es difícil. Y de este mismo modo, pierdo la cabeza al igual que cuando compito. Es algo que me sale, un impulso que no puedo controlar, que forma parte de mi y que es imposible de borrar después de tanto tiempo. Es algo inconsciente. A veces pienso que si tuviera novio, no ganaríamos en profilácticos. Pero eso ya lo explicaré en otro post.

Creo que todo eso pasa porque me aburro demasiado. Todas las cosas en si me aborrecen al cabo de poco, y al no estar concentrada en eso, mi mente acaba en otro ditio completamente distinto al que estaba instantes atrás. Por eso, además de ser una salida, soy friki. Porque me mantiene en un mundo diferente y al menos estoy entretenida. Pero este frikismo se fue por las sendas eróticas, así que me volví más guarra de lo que era.


Siempre informo, pero nunca doy datos concretos, ¿verdad? Eso es para que la gente no se sorprenda. Creo que quedan cuarenta actualizaciones más para que lo haga. Es algo vergonzoso. Suficiente que hago admitiendo todo esto y contándolo.

Como nadie deja comentario, no sé a cuanta gente sorprenderá o si habría alguien que pudiera ayudarme. No me refiero a la ayuda de las doce de la noche con la webcam del messenger. Definitivamente no. Esque no me trae buenos recuerdos y no me fio demasiado. Es mejor en vivo y en directo.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Primera presentación


Persona que intenta evitar las orgías:
"Tengo problemas de corazón, así que mis esfuerzos físicos son muy limitados"

"No te preocupes. En una orgía lo importante es participar, no llegar al clímax"
"o.O"

Para gustos, prácticas sexuales (primera parte):
"El porno utiliza a las mujeres como objetos sexuales. ¡Es degradante!" Feminista respecto al contenido explícito de algunos canales a partir de las doce de la noche.

"Pues a mí lo degradante me gusta" Sumisa de alto nivel destapando sus gustos.
"Mientras pagen bien, no importa" Prostituta de lujo intentando ganarse el suelo.
"Gratis se disfruta mucho más" Ninfómana roba-clientes contestando a prostituta de lujo.


Test: ¿Debería existir una pornografía exclusiva para mujeres?
"Las mujeres son ángeles y estoy seguro de que ellas no pierden su tiempo viendo cosas como ésas"Fue una de las pocas respuestas que publicó la revista en la que lo leí. La verdad es que me dejó un poco tocada. ¿Es así cómo algunas personas nos ven? ¿Cómo ángeles que no ven porno?

Pues entonces, por favor, que me guien a lo más profundo de los Infiernos.

Inevitablemente no puedo dejar de pensar en que aprovechará la gente sus ratos a solas. ¿Curiosidad, tal vez? En parte sí. Aunque mi auténtica razón es la de compararme con la del sujeto. ¿Es normal lo que estoy haciendo? o ¿Lo hará mucha gente?, son preguntas que pasan por mi cabeza muy frecuentemente.

Que contar sobre la niñez... Esos años de inocencia, en los cuales lo que hacías no le prestabas una mayor importancia. Y cuando vas creciendo, más consciente eres de tus acciones. Es en ese momento en los que debes poner un límite, al poder ya decidir entre el sí y el no. Mi problema fue que transformé esa inocencia en pura perversión en un abrir y cerrar de ojos. Y me doy cuenta ahora, después de tanto tiempo.

El sexo siempre estuvo presente en mi vida. Me informé de que es normal que los niños y niñas en edades tempranas empiecen a experimentar placer al tocarse de forma inconsciente. Simplemente siguen sus impulsos. "Esto me gusta y me hace sentir bien, ¿por qué no?". Esa es de la inocencia que hablaba. Luego, aprendes que lo que has estado haciendo se llama "masturbarse", pero no importa, lo sigues haciendo, exactamente no sabes el significado exacto de la palabra en cuestión.

Después de aquello, no recuerdo nada más. Solo seguí con ese placer inocente hasta que me di cuenta en que caí en una adicción. Sé cuando se produjo, pero no en que momento. Creo que tengo una dependencia al sexo. ¿Serán cosas de la edad? Espero que este hábito vaya disminuyendo, porqué si sigo así, no podré disfrutar de un regalo como es la vida.


Típicos pensamientos míos, pero si no lo pienso tan a fondo, realmente disfruto de lo que hago. Disfruto siendo una pervertida, disfruto siendo una salida, disfruto siendo una perversa. Mis gustos pueden salirse de la media, pero, ¿que más da? Adoro las parafilias, algunas más que otras, pero todas tienen su encanto especial. ¿Sexo con animales? No me desagrada. ¿Lluvia dorada? Humillante, pero excitante a la vez. Este es un mundo que me da miedo, pero que la atracción que me produce es mucho mayor. Sucumbiré a estos pecados, al menos, durante una buena temporada más.